miércoles, 25 de diciembre de 2013

La Navidad Venezolana






Les confieso a mis sufridas(os) lectoras(es) que no encontraba un tema apropiado para estos días, imbuido como hemos estado tantos en la terrible guerra económica que se desata todavía contra nuestro país y su pueblo. Pero, además de dicha guerra, los temas políticos recientes nos atosigan por el dinamismo que han tomado a raíz de las medidas gubernamentales en favor de nosotros los más depauperados de la sociedad. Ojo, depauperados materialmente. Ojo, no espiritualmente.

Por suerte, vino en mi auxilio haberme tropezado en la red con una muy simpática página que recomiendo a los nostálgicos de su infancia http://www.cuandoerachamo.com/

Me referiré a otra acepción de lo que llamamos AGUINALDO en Venezuela.

Nuestros aguinaldos tuvieron su origen en el antiguo villancico español, cantos navideños de orden religioso que, al llegar aquí*, como es lógico, tuvieron una transformación y les fueron incorporados elementos de nuestra cultura; de tal manera que, no se limitan estrictamente al canto de tipo religioso dedicado a los símbolos de la Navidad. Entre las variaciones adoptadas están algunos cambios rítmicos y la incorporación de instrumentos propios.

Para mis amigas(os) de otras latitudes, copio a continuación la letra de un Aguinaldo Venezolano muy popular y muy querido siempre presente durante esta época que algunos titulan como NIÑO CRIOLLO, aunque otros lo llaman “Si la virgen fuera andina”, su primera estrofa. Espero que disfruten lo que extraje de http://www.cuandoerachamo.com/si-la-virgen-fuera-andina-aguinaldos-venezolanos a la que me he tomado la libertad de agregar otras estrofas.

Aquí les copio la letra de la “Si la Virgen fuera andina”

Coro:
Si la Virgen fuera andina
y San José de los llanos
el Niño Jesús sería
un niño venezolano.
I
Sería un Niño de alpargatas
y liquiliqui planchado
y en vez de aureola un sombrero
de cogollo deschiflado
II
Tendría los ojos negritos
quien sabe si aguarapados
y la cara tostadita
del sol de por estos lados.
III
Por cuna tendría un chinchorro
chiquito muy bien tejido
y la Virgen mecería
al Niño Jesús dormido.
IV
Los ángeles cantarían en vez de gloria aguinaldos,
con furrucos, con maracas,
una charrasca y un cuatro.
V
El crecería en la montaña
cabalgaría por los llanos
cantándole a las estrellas
con su cuatrico en la mano
VI
Los Reyes Magos vendrían
de Cumaná y Margarita,
trayendo perlas al Niño
canastos de oro en pepitas.

Por acá les dejo un par de enlaces para escuchar la canción cantada por Nancy Ramos y por Serenata Guayanesa:

- Si la Virgen fuera andina cantada por Nancy Ramos
- Si la Virgen fuera andina por el grupo Serenata Guayanesa

En definitiva, esto no lo escribí yo. Confieso sin ambages que lo copié. Gracias a mis aún desconocidos amigos de “Cuando era chamo” por sacarme las patas del barro”.

Tengo el deber de traducir venezolanismos empleados:

Chamo: niño.
Liquiliqui: Traje típico venezolano.
Cogollo: gramínea. Con sus fibras se elaboran hermosos tejidos artesanales.
Deschiflado: desflecado.
Aguarapado: de guarapo, bebida refrescante elaborada con papelón, de color castaño.
Chinchorro: hamaca tejida con fibras vegetales. Modernamente se teje con pabilo.
Furruco: instrumento de percusión con una vara incorporada, produce un sonido característico.
Charrasca: instrumento de percusión que se raspa con una varilla metálica o de madera.
Cuatrico: Diminutivo de cuatro. Instrumento musical de 4 cuerdas.
Papelón: azúcar morena elaborada artesanalmente en viejos trapiches.
Sacar las patas del barro: Sacarnos de apuros.

*Al llegar aquí es otro aguinaldo muy popular. Copio a continuación la letra:

AL LLEGAR AQUÍ

Al llegar aquí me saco el pañuelo
para darle a todos feliz año nuevo

Palomita blanca, paticas azules
Tú eres la que canta
por dentro e’ las nubes

Me subí en tres topias
por coge’ un laurel,
pasen buenas noches marido y mujer.

Esta era la casa, la que yo decía
que al llegar a ella las puertas se abrían

Quien fuera dichoso como San José
que una vara seca la hizo florecer

Esta parrandita de todos nosotros
la oyen ustedes porque son dichosos

Dame los pasteles, damelos calientes
que pasteles fríos avientan la gente

Para todas y todos mis mejores deseos que disfruten una hermosa, placentera, familiar

MUY FELIZ NAVIDAD Y UN VENTUROSO 2014.

¡PATRIA SOCIALISTA Y VICTORIA!  -  ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!  -  ¡CHÁVEZ VIVE!  -  ¡LA LUCHA SIGUE!

miércoles, 11 de diciembre de 2013

A ser felices



El título, hablando rápido, pudiera entenderse como “hacer felices”. Bueno, en cualquiera de los dos casos es válida la frase porque estoy invitando a las dos cosas: a “ser felices” todos ustedes mis queridos sufridos lectores y, también a “hacer felices” a todos quienes los rodean. No necesito recordar una vez más que soy un empedernido propulsor de la felicidad. Al efecto, siempre les estoy recordando el llamado que hace uno de los filósofos que más admiro, el inmortal Don Mario Moreno, mejor conocido en el mundo como Cantinflas, quien dijo que “el primer deber de un ser humano es ser feliz; y el segundo, hacer felices a los demás”. ¿Han visto? Primero dice “ser” y después “hacer”. ¿Juego fonético? Puede ser, pero en definitiva, obedeciendo a Cantinflas, hay que ser y hacer felices.

El grave problema de muchos es que no saben encontrar ese camino tan fácil que está al rápido alcance de todos. Sépanlo muchos, la felicidad no es imposible ni inalcanzable; por el contrario, la tienes allí mismito, en tu más inmediata cercanía. ¿No aciertas todavía? Sorpréndete, está en ti mismo.

Para tener felicidad olvídate de TENER. Lo que tienes que lograr es SER.

Los católicos estamos es el tiempo litúrgico del Adviento, lo que quiere decir advenimiento, o lo que es lo mismo, tiempo de espera. Pero, ¿qué esperamos los cristianos católicos? Celebramos la espera de un tiempo especial que llegó hace más de 2000 años, repetimos año a año esa espera tan especial de la llegada del Mesías anunciado en los antiguos libros de la religión monoteísta judía. Nos preparamos en ese tiempo de espera arreglando “nuestra casa”, es decir, nuestro yo interior para estar listos cuando llegue ese visitante tan especial, Jesús.

La celebración de la llegada de Jesús, lo que el mundo entero conoce como la Navidad es tiempo de alegría, paz, serenidad, reflexión; y todo eso debe conducir a preparar nuestro espíritu y nuestras acciones para SER FELICES. Sí, ser felices porque eso es lo que quiere Dios que “su hijo” lleve a “sus hijos”.

Intentemos separar el asunto estrictamente religioso apegado a una fe. Intentemos el ejercicio mental de considerar a Jesús simplemente como un humano más y no como el Hijo de Dios. Y propongo el ejercicio para todos incluyendo aquellos que no comulgan con la religión católica. Jesús de Nazaret o Joshua Ben Youssef (parece ser que ese era su nombre en su lengua aramea) fue un ser humano de carne y hueso como todos nosotros. Fue un hombre real y la historia recoge su nombre y parte de sus vivencias en la tierra en un tiempo determinado y conocido, no es una fábula, un mito o una invención. De hecho EXISTIÓ, vivió en ciertos lugares reales en tiempos también reales. Pero fue tal la importancia del legado que Jesús dejó que partió las edades del mundo. La historia se dividió en ANTES DE CRISTO y DESPUÉS DE CRISTO.

Jesús no fue un guerrero como la mayoría que en su época pasaban a la historia y nunca condujo ejércitos victoriosos o no, conquistadores o no. Jesús no fue un líder político considerado esto en la connotación que solía y suele dársele a estos hombres, Jesús no fue un académico y no escribió nada que se conozca, Jesús no fue un científico y no formuló ninguna ley científica, Jesús no fue un hombre distinguido en asuntos terrenales o mundanos. Jesús no fue muchas cosas y, sin embargo, es conocido universalmente y considerado GRANDE. Todos sabemos la razón. Jesús fue, es y será AMOR y amor es sinónimo de FELICIDAD. Por tanto, entre tantas conclusiones a las que podemos llegar, diremos que Jesús es el gran y único propulsor de la felicidad entre los seres humanos.

Jesús nos aconsejó amorosamente las reglas para ser felices. Cuando dijo no hagas a otros lo que no deseas para ti nos dio una regla de oro para ser y hacer felices. Y nos dio también muchas otras reglas de oro que complementan la citada tal como ama a tu prójimo (tu hermano) como a ti mismo, da de comer al hambriento, de beber al sediento,  etc., etc. Ama y te amarán, da y recibirás. Serás feliz.

La celebración año a año de la llegada de la Navidad, la Natividad, el Nacimiento es ocasión propicia para poner nuestra casa en orden, prepararnos simbólicamente para recibir ese visitante tan distinguido y, especialmente, renovar nuestros votos de vida basados en sus divinas enseñanzas.

Bajando al plano meramente terrenal, apartando toda consideración religiosa, siendo solo seres iconoclastas y pragmáticos, tengamos entonces la sabiduría de reconocer las ventajas de ser felices, de hacer felices y tengamos el comportamiento apropiado para obtener esos dos grandes logros.

Siempre he criticado las desviaciones que la sociedad de consumo ha introducido en nuestras vidas, convirtiendo la época de Navidad en una loca y desenfrenada carrera para gastar la mayor cantidad de dinero en el menor tiempo posible adquiriendo la mayor cantidad de cosas inútiles. Para ser felices no es necesario adquirir trapos ni otras chucherías, hartarnos de aguardiente ni volvernos pantagrueles tragando todo lo que encontremos a nuestro paso. Basta, eso sí, con satisfacer decentemente nuestras necesidades y dar generosamente a aquellos menos favorecidos de la suerte y, conste, digo suerte como un eufemismo para no decir explícitamente negaciones a las cuales los somete la sociedad.

Estamos en tiempo de Adviento, estamos esperando la venida de Jesús, faltan algunos días, tenemos tiempo aún de barrer nuestras suciedades y poner la casa en orden; pero, también tenemos tiempo para pasar un trapito y quitar de nuestro espíritu, nuestra alma, nuestro intelecto o como quiera que lo llamemos, esas manchitas que nos perturban la razón. Hagamos pues una ligera labor de mantenimiento, lubriquemos con aceite de buena calidad nuestros propios mecanismos que regulan, que controlan, que rigen nuestro comportamiento ante la vida y ante nuestros hermanos.

Repito; sí, soy feliz además porque soy orgulloso ciudadano de la República Bolivariana de Venezuela, un país bendito que está intentando poner en práctica un sabio consejo de nuestro Libertador y Padre de la Patria Simón Bolívar que dice así: “El sistema de gobierno más perfecto, es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social, y mayor suma de estabilidad política” (Discurso pronunciado ante el Congreso de Angostura el día de su instalación, 15 de febrero de 1819)

Preguntémonos, ¿Qué otro país del mundo tiene entre sus principales postulados políticos producir la mayor suma de felicidad posible a su pueblo y ya instituyó un Vice-Ministerio para la Suprema Felicidad?

Deseo a todas y todas la más hermosa, placentera, dichosa y FELIZ NAVIDAD.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA!  -  ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!  -  ¡CHÁVEZ VIVE!  -  ¡LA LUCHA SIGUE!